lunes, 22 de febrero de 2010

Calle de las farolas fundidas.


Quiero ser...solía decir(te)

Quiero ser, tu todo distorsionado, tu nada en una noche, y en todas las madrugadas, una palabra, un verso mal escrito pero perfectamente sentido.


Quiero ser, esa sonrisa, la que me venia a buscar todas las mañanas, mejor dicho, a todas horas, en mi cama vacía, en mis paredes blancas, en mis noches de insomnio, mi tiempo pequeño, tiempo, que tu hiciste gigante y eterno.


Y hoy me pregunto para que los puntos, si todo acaba en suspensivos...


Y te echo de menos, y me pregunto como se puede echar de menos a alguien que aun duerme en mi mismo lecho, que se enreda en las mismas sabanas, que comparte edredón conmigo, que su sueño profundo es mi perpetuo desvelo..


Quiero que vuelvas, pero es que, veras, estas aquí en realidad, pero hace mucho tiempo que te miro desde una ventana con rejas, la mía, y que no te dejo pasar.


Igual que evito dejar entrar los rayos de sol de agosto e igual que evito cruzarme con miradas conocidas/desconocidas cuando camino por mi calle, y sabes, también, que es la calle de las farolas fundidas.











Si supieras todo lo que llevo dentro, pero es que ya hace demasiado tiempo que soy la palabra silencio en un suelo en vertical, y es tan difícil retroceder como avanzar, y es mas fácil dejar de ser, que volver a ser lo.

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