Llámame reversible, o llámame verbo, o llámame como te de la gana, no creo tener reverso alguno, ni más de una cara...aunque soy un tanto enrevesada, he de admitirlo...
frió, calor, noche y día. Extremos, polos contrarios atrayéndose, el campo magnético terrestre hace tiempo que quedó invertido.
Llámame reversible, dame la vuelta cuantas veces quieras, ya lo has hecho, consciente o inconsciente de ello me has invertido tantas veces como yo misma lo hecho.
Palabras que se enredan e invierten, la imaginación volando feroz y velozmente, el tiempo, tiempo que transcurre lento en esta habitación, y a gran velocidad fuera de esta.
Cuando hace sol, pido que no venga hoy a verme, cuando todo es niebla y sombra, busco caminando por la acera pequeños resquicios de sol, así que, decir, que si hay algo por lo que puedas llamarme reversible, ha de ser por esto.
La moneda que vaga libremente por el aire, dando vueltas sin saber que cara tocara tu piel, y que cara se mostrara indiferente de nuestros mesmerismos...
ResponderEliminarLindas lunas